De jovencita siempre me ha cautivado la polla dura como una piedra de mi hermanastro.Un fatídico día, finalmente cedí y dejé que me llenara la boca con su palpitante miembro.No parando ahí, se hundió profundamente en mi apretado coñito dejándome más anhelando.Su explosiva corrida en mi redondo culo me dejó deseando más.