Después de un baño caliente, sensualmente afeité el vello púbico de mi esposa con una maquinilla de afeitar, dejando ver su suave y atractivo coño.Con entusiasmo la metí los dedos, encendiendo nuestro sexo apasionado.Nuestra criada y su padre se unieron, añadiendo un giro exótico a nuestro encuentro amateur e íntimo.