En una peculiar mezcla de erotismo y agonía, se encarga a una ingenua mujer judía que pinta una escena subida de tono.Infamiliarizada con la anatomía humana, recurre a una tortura desordenada, infligiendo involuntariamente autoinfligida en su sensible piel.¿El resultado?Una provocativa obra de arte que la deja retorcida de dolor.